No hay que buscar protagonismos personales, sino soluciones con trabajo en conjunto

“En política hay que indignarse menos y trabajar más, y sobre todo tener menos divismo”, reflexionó la legisladora de Juntos, Silvia Morales, ante una serie de cuestionamientos a las políticas provinciales sobre niñez, adolescencia y familia emitidas por una funcionaria municipal de Viedma. “Pero, además, se debe tener un mínimo de autoridad moral, que no es más que respaldar con los hechos lo que se declara, y Gladis Cofré, la secretaria de DDHH del municipio de Viedma, desde el año pasado tiene en sus manos una ordenanza para dar contención a las mujeres víctimas de violencia de género, pero no la aplica”, acotó.

Tanto Morales como Marta Milesi han participado en los últimos días de reuniones del Consejo Provincial de la Mujer, que encabeza Laura Azanza. “Una funcionaria, que ocupa un lugar de tanta responsabilidad, debería tener otra mirada, y no pararse en el banquito de los acusadores seriales. El Consejo de la Mujer no es solo para Viedma. Atiende en todo Río Negro, afronta casos complejos, y establece prioridades con elementos que es posible que Cofré desconozca o no tome en cuenta”, comentó a su turno Milesi, una de las protagonistas del encuentro de ese organismo que se realizó hace una semana en General Roca.

La legisladora de Cipolletti fue más allá de la circunstancial disputa, y manifestó que “me llama mucho la atención que todo lo declare a 20 días de una elección, cuando ella sabe muy bien que estamos hablando de una política de estado, que debe ser transversal”. Siguiendo esa misma línea argumental, aclaró que “no se deben partidizar los Derechos Humanos, porque no son patrimonios de nadie”.

La funcionaria municipal manifestó en medios de la capital provincial, su preocupación al considerar que no fueron atendidos niños en situación de calle “porque sus operadores estaban de paro”.

“El paro no lo resolvimos nosotros, debería saberlo porque es muy obvio. Pero prefiere el camino de la demagogia en vez de ser honesta en sus manifestaciones”, añadió Milesi, quien destacó que “a todo político le gustaría tener el doble de presupuesto y aumentar el doble los sueldos. Se llenaría de aplausos. Pero los recursos son acotados y hay que administrar con responsabilidad. ¿O acaso ella le recriminó de manera pública a su intendente porque no le pone en marcha la ordenanza que declara la emergencia por violencia de género?”.

“No suma ni arregla nada ir a un despacho de gobierno y salir a los medios a decir que nuestros funcionarios violan los derechos humanos. Creo que ninguno actúa con mala fe, y que todos ponen lo mejor”, reflexionó por su parte Morales luego de la andanada declamatoria de la funcionaria comunal.

Cofré anunció en las últimas horas que se reunió con la flamante secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Roxana Méndez, a pocos días de asumir. A quien ya criticó porque le dijo que se estaba organizando. “Hablando de Derechos Humanos, se olvida que las personas tienen un tiempo para adaptarse a sus nuevos roles y funciones. Pero, además, ignora a sabiendas, que se está trabajando, y que hay un genuino interés de nuestro gobierno de mejorar las prestaciones en un área tan sensible, tanto que se le otorgó rango de ministerio y presupuesto propio. Pero Cofré parece que tiene ganas de criticar y cobrar un poco de protagonismo en vez de ver lo evidente”, se lamentó Milesi, presidenta de la Comisión de Asuntos Sociales de la Legislatura.

“Ella podría hacer su parte en esta siempre desigual lucha en favor de los derechos violados de los más vulnerables, y de paso ganarse unos buenos aplausos, abriendo el hogar de día que le autorizaron en junio del año pasado en el Deliberante de Viedma, pero parece que aún no compró ni las cortinas”, manifestó Morales, quien remató diciendo: “Todos podemos usar palabras altisonantes, pero es mejor trabajar todos los días y tener buena fe cuando nos reunimos, y no usar los encuentros de trabajo para buscar protagonismos personales. Acá, los protagonistas de todos los esfuerzos deben ser los niños, y las familias en riesgo. No los funcionarios”.