Sitio preferido para quienes buscan paz y tranquilidad al encontrarse con un escenario en donde la naturaleza se exhibe en plenitud, imponente y extraordinariamente bella. Y en donde excursiones, aventura, historia, mitos, cultura y tranquilidad son los ingredientes que garantizan unas gratas vacaciones. El Bolsón, aunque visitado por distintos tipos de turistas, supo encontrar su identidad en un tipo de turismo con conciencia ecológica y respeto por la naturaleza. Así es como durante los veranos el cálido clima es ideal para actividades productivas y recreativas como cabalgatas, trekking, rafting y mountain bike por diversos circuitos como el Camino de los Nogales, la cascada Nahuelpan, el río Azul, el cerrito Amigo y la “Cabeza del Indio” o visitas a los refugios del cerro Lindo, Hielo Azul, cerro Piltriquitrón y Cajón del Azul entre otros.
Además, debido a los cordones montañosos que rodean el pueblo, entre los que se encuentra el imponente cerro Piltriquitrón (que protege la ciudad de los vientos), El Bolsón es considerado un sitio privilegiado para practicar parapente, en vuelos individuales o biplaza. Y también es un punto de partida hacia otros destinos turísticos de la región como los Parques Nacionales Lago Puelo y Los Alerces y el sitio que acuna a la emblemática locomotora de trocha angosta “La Trochita”, en El Maitén.
Uno de los atractivos clásicos de la localidad es la Feria Regional donde artesanos, productores y artistas llegan hasta la plaza central para exponer sus productos y comercializarlos a los miles de turistas que año a año visitan el lugar.
Además, cada fin de enero los lugareños conmemoran el aniversario de El Bolsón, siendo su “broche de cierre” la Fiesta Nacional del Lúpulo, la cual a veces puede modificar su fecha de realización para los meses de febrero o marzo .
Fuente: Patagonia.com.ar