Luego de varias gestiones y planteos sin respuesta, y transcurridos varios años desde el primer reclamo, una legisladora de Río Colorado le envió una carta al presidente de la Legislatura de la Pampa, y vicegobernador, para que su gobierno resuelva el tratamiento de los residuos de la planta potabilizadora de Pichi Mahuida y así evitar el volcado al río Colorado de importantes cantidades de sal y otros minerales, calcio, magnesio y aluminio, que se encuentran entre un 50 % y 60 % por sobre los niveles naturales que lleva el río.
“Están modificando la composición natural del río”, alertó la legisladora de Juntos Somos Río Negro, Elsa Inchassendague, autora de la nota enviada al vicegobernador Mariano Alberto Fernández, y a todos los integrantes de la Legislatura pampeana.
La planta se encuentra a 70 kilómetros al oeste de Río Colorado, abastece a 16 localidades, y representa el 70% del abastecimiento de agua potable de la ciudad de Santa Rosa.
Durante el proceso de potabilización van quedando restos, entre ellos “mucha sal”, comentó la legisladora, quien exhortó a Fernández “a que contribuya a arbitrar los medios para revertir esta situación”.
“Desde el diálogo y el trabajo compartido y comprometido, podremos arribar a una solución que demuestre que sabemos cómo disfrutar de una sana convivencia, y que preferimos siempre buscar acuerdos, acompañarnos, y trabajar en conjunto”, dice el escrito oficial.
Se tomó la iniciativa de apelar al presidente de la Legislatura de La Pampa, porque hace poco tiempo, el 28 de julio de este año, se efectuó un muestreo a cargo de personal técnico del Laboratorio CIATI A.C de la ciudad de Villa Regina (supervisado por técnicos del Departamento Provincial de Aguas, representantes técnicos del COIRCO y de la Municipalidad de Río Colorado) para realizar posteriores análisis. Se detectaron “las sustancias residuales del tratamiento de potabilización, específicamente, calcio, magnesio y aluminio, en el cauce de nuestro río”.
Tomando como base esos resultados, Inchassendague le manifestó a Fernández que “veo con preocupación que, además, la provincia de La Pampa se encontraría infringiendo el Código de Aguas de la provincia de Río Negro”, y por lo tanto “en virtud de lo planteado, esta pretensión de que agotemos instancias de diálogo y trabajo político, sin perjuicio de que, de no arribar acuerdos, se inicie la acción legal pertinente”.
Hace varios años que se hacen pedidos para que se traten esos desechos de la potabilización, incluso se recomendó desde el Departamento Provincial de Aguas que los efluentes de la planta en cuestión ” sean reutilizados en el riego de especies forestales o reciban tratamiento para ser descargados al río, con el objetivo de reducir el nivel de aluminio que ingresa al cuerpo hídrico”.
Inchassendague, junto a la carta al vicegobernador de La Pampa, adjuntó un informe realizado por la provincia de Río Negro (a través del Departamento Provincial de Aguas y la Legislatura de Río Negro) que “arroja resultados de sumo interés para los pueblos ribereños pertenecientes tanto a la provincia de Río Negro como a las provincias de La Pampa y Buenos Aires, ya que en las localidades de La Adela (L. P.) y Pedro Luro (B. A.) también se utilizan las aguas de este río, tanto para el consumo doméstico (en Pedro Luro) como para irrigación de plantaciones (en ambas localidades). Además, debemos considerar que con el nuevo Acueducto Pedro Luro – Bahía Blanca, proyectado por la provincia de Buenos Aires, las aguas del río Colorado alimentarán al Gran Bahía Blanca y a otras 11 localidades aledañas de dicha provincia”.
Recordó la legisladora de Juntos que “desde distintas organizaciones sin fines de lucro, como la Mesa del Agua, habían venido reclamando durante años que se llevara adelante una investigación exhaustiva sobre la calidad del agua”.
La empresa “Aguas del Colorado SAPEM” encargó a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata un proyecto para una planta de tratamiento. Fue aprobado por el COIRCO y presentado en el 3° Congreso Pampeano del Agua llevado a cabo el 14 y 15 de septiembre de 2010 en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa.
“Recurro a Usted –cierra diciendo Inchassendague en su carta- con la esperanza de que podamos seguir beneficiándonos de este recurso, cuidándolo y respetándolo integralmente, porque gracias a su existencia, nuestros pueblos se fundaron y han logrado subsistir y crecer, convirtiéndose en lo que son hoy y en lo que somos hoy”.