Hemos elevado los estándares de la política local

Con agrado, vemos que se solidifican los ideales de mejorar las condiciones de vida, transformando la realidad a través de la política, hechos a los que nunca debieron renunciar los anteriores gobiernos de nuestra ciudad. Eso también nos exigen las condiciones de construcción política, a partir de sumar voluntades para debatir acerca de cómo podemos hacer que nuestros vecinos estén mejor. Estas consignas se ven, hoy más que nunca, cuando relevamos que se están haciendo ocho (8) obras al mismo tiempo y se acaban de proyectar otras diez, con inteligencia, austeridad y por sobre todo con transparencia, a partir de un plan coherente y efectivo. Quizás, esa sea la preocupación de algunos exponentes políticos que están más ocupados en intentar marcar errores en el actual Gobierno municipal que en decir qué harían o mejor, explicar por qué no lo hicieron cuando tuvieron la posibilidad.

Todo ello nos da la tranquilidad de saber que estamos en el camino correcto. Con aciertos y errores, pero con la convicción de que nuestra vocación es trabajar por la gente, en base a las necesidades y con proyectos concretos que pueden ser sometidos a cualquier análisis político y que tendrán como resultado que se trata de “cambiar la realidad”. Esta realidad, que estamos orgullosos de promover, nos dice que después de 15 años de gobiernos que propiciaron el desequilibrio a través de ocupaciones ilegales, que no se ocuparon de la generación de empleo, que no se preocuparon por generar efectos productivos y que mucho menos se ocuparon de hacer obras de ninguna naturaleza, indica que estamos en un camino irreversible para la sociedad de El Bolsón. Porque lo que vendrá podrá ser igual o mejor, pero nunca volverá a lo que nos ha dañado.

Los estándares se han elevado y las exigencias de capacidad de planificación, de gestionar acuerdos, de construcción de debates, de superación institucional, de fomento colectivo, entre otras tantas virtudes políticas que hemos logrado para El Bolsón, marcan el rumbo de una ciudad que desea mejorar sus condiciones de vida con respuestas desde la política, porque para eso están llamados y son elegidos los gobernantes y no, como ha sucedido en otros momentos, con incongruencias que han marcado, en muchos casos, el mayor desprecio hacia la propia política y en consecuencia hacia los ciudadanos.

Por eso, no existe mejor propuesta que dar respuestas concretas, efectivas, palpables, que son transformadoras de las condiciones cotidianas. Porque el ejercicio político se trata de eso y no de organizar charlas en el café o conferencias de prensa para mentir.

Este convencimiento nos obliga a exigirnos más y a repensar el proyecto sostenible que hemos suscripto con nosotros mismos para trabajar en forma incansable por nuestra ciudad. Por eso, podemos decir que ante la desidia, nuestra respuesta es asfalto, iluminación. Ante el conflicto social generado con la permisividad de ocupaciones ilegales, proponemos remediación, urbanización y asistencia para lograr dignidad.

Ante las canillas comunitarias propusimos una obra de red de agua que hacía 40 años no se ejecutaba en El Bolsón. Ante el aislamiento y la lejanía proponemos asfalto para Mallín Ahogado. Ante la indiferencia de años, proponemos otorgar títulos de propiedad a los vecinos que han vivido en la incertidumbre.

Ante el abandono, proponemos mejorar las condiciones de los compañeros trabajadores municipales. Ante la vergüenza en las calles, propusimos ampliar el parque automotor para ejercer más eficientemente las tareas y el servicio de la gestión.

Ante el inescrupuloso manejo de los fondos públicos, sin rendiciones, con partidas desviadas, presupuestos no aprobados y ausencia de balances, propusimos saneamiento. Balances aprobados, transparencia contable, exigencias desde el Sistema de Contralor.

Ante las palabras de muchos, hemos elegido hacer. Porque entendemos que es mejor hacer que decir. Entendemos que este es nuestro tiempo y ya hemos experimentado con otros que no supieron aprovechar el suyo; que no supieron o no quisieron aceptar las oportunidades.

Por eso, decimos que los estándares se han elevado. Eso nos gratifica porque sabemos que debemos exigirnos más y nos da tranquilidad porque en nuestro rol de ciudadanos sabemos a qué no vamos a volver.


AGRUPACIÓN LA CASTELLO

JSRN EL BOLSÓN