El 30 de junio, el Senado de la Nación aprobó, por amplia mayoría, y convirtió en ley de orden público, el proyecto que propone un abordaje integral, interdisciplinario e intersectorial de las personas con VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual desde la salud colectiva.
Entre los aspectos relevantes se contempla la transversalidad de las consideraciones bioéticas en aquellas situaciones que así lo ameriten; el consentimiento informado, la confidencialidad. Propone que toda prueba para detectar esas patologías deberá ser voluntaria, gratuita, confidencial y universal, a la vez que promueve la creación de un régimen de jubilación especial, de carácter excepcional para quienes transiten las enfermedades de VIH y hepatitis B o C, así como una pensión no contributiva de carácter vitalicio para quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad social.
La ley también promueve la capacitación, investigación, difusión de campañas masivas y la conformación de una Comisión Nacional de VIH, Hepatitis Virales, otras ITS y Tuberculosis, integrada de forma interministerial e intersectorial por representantes de los organismos estatales, sociedades científicas y organizaciones de la sociedad civil con trabajo en estas patologías. Asimismo, se propone la creación de un Observatorio Nacional sobre Estigma y Discriminación, con el fin de visibilizar, documentar y erradicar las vulneraciones a los derechos de las personas afectadas.
Los legisladores Graciela Valdebenito y Facundo López manifestaron su satisfacción por la aprobación de esta ley que tiene como objeto “ampliar derechos, disminuir desigualdades y generar oportunidades para estas personas y su entorno afectivo, en todos los ámbitos de su vida social”.