El Gobierno de Río Negro demuestra con cada uno de sus actos una
coherencia en defensa de los intereses del conjunto de los rionegrinos
y, en particular, de los sectores más postergados de nuestra sociedad.
Lejos está nuestro gobernador, Alberto Weretilneck, de la demagogia
con que fuimos tratados durante años por gobiernos que cedían
dócilmente ante las exigencias de diferentes grupos, mientras
escondían comportamientos contrarios a la ley y al interés común.
Ejemplo de este modelo de gestión es la política minera que lleva
adelante la provincia. Con todo lo comprometido se ha cumplido. Por un
lado, se intenta explotar al máximo nuestras riquezas para ponerlas al
servicio de una verdadera transformación productiva que beneficie a
los que menos tienen, a los que buscan empleo, a los que requieren de
la atención del Estado con calidad de servicios. De nada sirve a los
habitantes de nuestra tierra dormir sobre un subsuelo rico, mientras
no llega la educación, ni la salud, ni la seguridad y se vive de
ocasionales subsidios, muchas veces distribuidos con fines
electoralistas.
Por otro lado, se garantiza el resguardo de las riquezas ambientales,
para el goce de estas generaciones y de las futuras, creando el
Consejo Minero Ambiental, con representación de entidades de prestigio
académico y de clara defensa del medio ambiente, a los efectos de
evaluar la sustentabilidad de los emprendimientos extractivos.
En este marco, y en total consonancia con las políticas soberanas del
Gobierno Nacional, el gobierno del Frente para la Victoria de Río
Negro propone la creación por ley de la Empresa Minera Estatal que
reivindica el rol central del Estado en la explotación de los recursos
y que impone nuevas reglas de juego en el territorio rionegrino. No
queremos más un Estado que responda con demagogia ante las exigencias
del pueblo y con genuflexión ante las exigencias de las corporaciones.
Estamos poniendo de pie una provincia donde la política rivindicará su
rol de defensa de lo público, de generadora de estrategias frente a
los siempre cambiantes escenarios internacionales, una provincia
inserta en el contexto nacional como proveedora de recursos, capaz de
proponer y sostener acuerdos con las provincias de la región en busca
de soluciones conjuntas a los problemas comunes.
Pero no ser demagogos no implica actuar con sordera respecto de las
demandas de la gente que lucha con convicción por sus
reivindicaciones. Por ello, desde el gobierno proponemos la sanción de
una ley que prohiba la explotación hidrocarburífera y minera en el
Departamento Bariloche. Para el desarrollo económico de la Provincia,
es necesario que cada región explote y proteja sus recursos, que cada
región delibere y configure su desarrollo atendiendo las necesidades
de su población.
El gobierno del Frente para la Victoria ha inaugurado una nueva etapa
en la historia de Río Negro, una etapa en que lo que se compromete, se
cumple.