El 24 de marzo de 1976 se produjo el golpe de estado más brutal que reconoce la historia de nuestro país y que marcó un punto de inflexión en todos los planos del desenvolvimiento de nuestro pueblo.
Con el propósito de implantar un programa económico excluyente de los sectores populares, la dictadura militar ejecutó un plan represivo que implicó la desaparición sistemática de personas para implantar un estado de terror y eliminar cualquier expresión de resistencia.