La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la prórroga del programa de crédito a partir del 24 de septiembre y cuestionó nuevamente el faltante de vehículos que afecta a los usuarios de la iniciativa, en lo que entendió es motivo de «un boicot» a las políticas públicas de promoción del sector.
En un acto que encabezó en Casa de Gobierno, la mandataria retomó su convocatoria a las terminales radicadas en el país para analizar la situación del sector automotriz al que definió como «fuertemente deficitaria» ya que la balanza comercial desde 2003 a la fecha arroja un saldo negativo de 33.000 millones de dólares.
Al retomar su reclamo a las automotrices que «encanutan los autos» -tal como expresó el lunes en el cierre del Consejo del Salario- la Presidenta dio a conocer su decisión de prorrogar el programa de financiamiento lanzado en junio de este año, a baja tasa, a través de una línea de créditos del Banco Nación.
El programa acordado por terminales, concesionarias y el Estado prevé el financiamiento de hasta el 90% por un monto de hasta 120.000 pesos de alguno de los 37 modelos de producción nacional ofrecidos por las distintas marcas, a un plazo de 60 meses con tasa desde el 17%.
«Algunos comenzaron a boicotear el Procreauto», aseguró Cristina al reafirmar su certeza de que las empresas no ofrecen a la venta todo su stock y llamó la atención respecto a que «por un lado suspenden gente diciendo que se cae la producción, y por el otro boicotean un programa» destinado a recuperar el dinamismo del sector.
En ese sentido, consideró «increíble que un sector subsidiado por su fuerte déficit ahora plantee estas cosas y boicotee políticas públicas destinadas a levantar suspensiones, a ayudar al sector y a que los argentinos tengan autos cero kilómetro».
«Vamos a convocar a estos sectores, queremos que no le retaceen autos a los Argentinos», insistió.
En su análisis del sector, Cristina se refirió al déficit de la industria automotriz que de 2003 a agosto pasado en «la balanza comercial de todo el complejo automotriz fue de 33.000 millones de dólares, más que el total de las reservas del Banco Central».
La mandataria consideró que el sector afronta lo que en economía se denomina un «desarrollo imperfecto», aunque rescató que «si el país no tuviera lo que tiene se debería importar mucho más vehículos terminados y sin desarrollo de autopartistas».
En ese contexto, la Presidenta dijo haber recibido la mañana del martes -horas después de su referencia crítica al sector- una carta del presidente de una terminal, en la que acusa «una caída en la demanda del mercado local y de exportación, así como dificultades en la compra de moneda extranjera» para la cancelación de importaciones y de créditos tomados en el exterior.
Al repasar las cifras referidas por el industrial automotriz, el mercado local cayó en el año un 39% y las exportaciones un 24%, mientras que la demanda de dólares por importaciones -según cifras del Central- cayó un 27%, por lo que la jefa de estado entendió que «de ser así no habría razón para que no hubiera autos en la Argentina».
Además, precisó que lo que las automotrices denominan cancelación de créditos contraídos en el exterior «no son de bancos, sino de las propias casas matrices y las agencias de desarrollo a los países a los cuales pertenecen», que financiaron sus propias inversiones.
La nueva convocatoria de la Presidenta al sector automotriz se produjo en momentos en que la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) difundió su informe de producción de agosto que que alcanzó las 45.787 unidades.
El desempeño del sector significó una caída del 7,2% respecto de julio pasado y del 34,5% por debajo del desempeño del mismo mes de 2013, mientras que las exportaciones que alcanzaron los 27.442 vehículos tuvo un crecimiento intermensual de 13,9% y una caída interanual del 18,2%.
Télam