Germanier rindió homenaje a las mujeres de Malvinas

A 34 años de la Guerra de Malvinas que sirvió para mutilar los anhelos de una generación de jóvenes cuyo deseo era “servir a la Patria”, y a días de haber terminado el “mes de la mujer”, consideramos apropiado fundir los sentimientos para que confluyan en una sola voz.
Mucho se ha reflexionado en estos días sobre las mujeres, también son parte de ese oscuro fragmento de la historia, en que directa o indirectamente, también participaron.
Recientemente, la Legisladora Provincial de JSRN, Graciela Valdevenito expuso uno de los desafíos que se nos presenta. “El reto de nuestra provincia es seguir avanzando y darle voz a las mujeres, cuyas historias pasan desapercibidas”, bien pueden aplicarse en esta ocasión, porque detrás de cada soldado, de cada ex combatiente, hay una madre, una esposa, una novia, una hermana que lloró su partida y en muchos de los casos, todavía lloran su ausencia.

En ese sentido, Alicia Panero, realizó la primera investigación sobre las mujeres que participaron de la guerra

“No sólo fueron madres, abuelas, hermanas, tías, amigas. También hubo protagonistas que fueron silenciadas por la última dictadura militar e invisibilizadas por los sucesivos gobiernos democráticos. Son las mujeres de la guerra de Malvinas, que sufrieron, las pesadillas, el estrés post traumáticos y el ninguneo, y que 33 años después, de a poco, están empezando hablar”.

“La mayoría fueron enfermeras e instrumentadoras quirúrgicas civiles. Sólo la Fuerza Aérea había comenzado a incorporarlas en 1980 con el rango de cabo primero. También hubo voluntarias que casi nadie recuerda. Y miembros de la Marina Mercante. Pero todas vivieron los horrores desde adentro: recibieron en el continente y en los buques transformados en hospitales a los soldados heridos, amputados, quemados y psicológicamente agobiados”, dice la crónica periodística.

Entre otros está el testimonio de Alicia Reynoso, una de las trece enfermeras de la Fuerza Aérea que trabajaron en el hospital reubicable en Comodoro Rivadavia y que recién 28 años después de la guerra contó su experiencia , y se refirió a la decisión de silenciarlas “principalmente, porque ellas vieron las condiciones en las que volvían los soldados”. Entre ellas , “había estudiantes de enfermería de 15, 16 y 17 años”, y poco se habla de ello.

De ahí surgieron los diálogos que ellas tenían con los heridos que “Les contaban del frío, del hambre, de que extrañaban a sus mamás. Y ellas sentían la necesidad de abrigarlos. Las de la Fuerza Aérea, por ejemplo, lo que más recuerdan es que cuando se abrían las puertas de los Hércules y bajaban las camillas, no había un sólo soldado que no pidiera por su madre”, algo que es súper lógico, ya que no hay edad ni tiempo que deterioren los lazos entre Madre e Hijo, y de esos lazos surgen nuevos, en los que aparecen las nuevas familias construidas por esos soldados que protagonizaron una guerra creada para tapar un déficit de gobierno mucho peor.

Hoy, a diario acompañan a nuestros ex combatientes: las esposas de TODOS los ex combatientes, por eso, desde mi rol de Legisladora Provincial, hago extensivo el homenaje a Todas las Mujeres y Varones que protagonizaron este hito en la historia que hoy nos convoca para conmemorar.-