«En su 62° aniversario, Río Negro retoma la huella señera de Edgardo Castello». Por Mariana Domínguez

Hoy, Río Negro celebra su 62° aniversario, fecha que se remonta a su creación por ley nacional N° 14.408 de la provincia, en el segundo mandato del presidente Juan D. Perón.
La historia de la provincia se remonta a la creación de la gobernación de la Patagonia en 1878 y su posterior demarcación limítrofe del Territorio Nacional en 1884.
El primer impulso institucional de la joven provincia se enfrió con el golpe militar que derrocó a Perón apenas tres meses después, el 16 de septiembre de 1955. La organización de Río Negro con autoridades legítimas debió esperar a 1957, año de la redacción de la primera Constitución de Río Negro, aunque los convencionales fueron electos con la proscripción del Partido Justicialista, como sucedía en el país.
En ese contexto también fue elegido gobernador el abogado de Viedma Edgardo Stéfano Nazario Castello, candidato de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), que por poco más de mil votos superó al Partido Blanco, del peronismo proscripto, que fue sin postulante.
Castello asumió ante la Legislatura provincial el 1 de mayo de 1958 y gobernó cuatro años, hasta la siguiente turbulencia institucional: el golpe de Estado de 1962.
Encerrado entre gobiernos de facto y con la fragilidad de una democracia con proscripción, el primer gobernador electo de nuestra provincia pudo dejar sin embargo una huella señera, un plan trienial desarrollista, con una planificación territorial, económica y social integrales, que debió esperar medio siglo para retomar aquella posta de desarrollo.
Esa es la visión que rescata el Plan Castello, un ambicioso programa de casi 600 millones de dólares de inversión, impulsado por el gobernador Alberto Weretilneck y puesto en marcha por la Legislatura para desarrollar obras públicas emblemáticas en cada municipio y cada rincón de la provincia.
Como la gestión de Castello fue fundacional para la provincia, este gobierno fuertemente respaldado en las urnas en 2015, retoma ese ideario de desarrollo para crear un antes y después en Río Negro. Un período histórico que honra a la historia de la provincia.