Chimpay se encuentra indisolublemente ligada a la figura de Ceferino Namuncurá desde que allí nació el 26 de agosto de 1886.
En 1967, el Concejo Municipal de la ciudad proyectó un parque recordatorio cerca de la bajada de “Paso Corto” y el 27 de junio de 1971 el gobierno provincial inauguró el primer monumento a Ceferino Namuncurá en el parque que lleva su nombre, y se colocó una escultura hecha en madera de lenga.
A partir de 1986 – año aniversario del centenario del nacimiento- la celebración religiosa se convirtió en un fenómeno multitudinario que convocó a varios miles de personas. El 11 de noviembre de 2007, el enviado papal,cardenal Tarcisio Bertone, proclamó beato a Ceferino Namuncurá, ante más de 100.000 personas en una ceremonia de beatificación que se llevó a cabo en Chimpay.
Hoy, el Parque Ceferino Namuncurá, a orillas del río Negro, es el lugar de encuentro para todos los fieles que se acercan a Chimpay para visitar al santo. Allí se destaca una imagen en una talla de madera realizada por el escultor de General Roca, Juan Sánchez y la obra de escultura, de 5 metros de alto, de mármol de otra artista roquense.
Frente a esta “organización del espacio” construida a lo largo de los años y que da cuenta de la “ relación que se establece entre los miembros de una comunidad, su sistema de creencias y el espacio geográfico”, la legisladora Mónica Silva presentó un proyecto de comunicación al Parlamento Patagónico señalando que “vería con agrado se promueva el reconocimiento regional a la localidad de Chimpay, instituyéndola como Cuna de Ceferino y Capital Patagónica del Peregrino”.