Hace 40 años Galme fue el símbolo del boom de la vieira y fuente de empleo fundamental para la comunidad de San Antonio Oeste; ahora, y al decir de los vecinos, el predio “es un nido de ratas y un aguantadero de delincuentes”, lo que resulta confirmado en Presentaciones formales de vecinalistas; informes elaborados por profesionales de seguridad y otros confeccionados por el cuerpo local de bomberos dan cuenta de esta realidad y reivindican una urgente intervención en el asunto.
Si bien los representantes electos de la ciudad han mantenido muy presente esta problemática en su agenda de gobierno a través de los últimos años, las circunstancias referidas, la propiedad legal de las instalaciones, la constitución de viejas hipotecas sobre el bien, la incertidumbre acerca de la posible existencia de herederos legales del mismo, así como la probable onerosa complejidad de un eventual acto de expropiación y/o demolición total de las instalaciones existentes, han provocado una dilación en el avance hacia una resolución definitiva del asunto, la que no admite ya mayores postergaciones.
En este contexto, las Legisladoras Marcela Rossio, Aimé Kircher Castañarez, Ayelén Spósito y los Legisladores Luis Noale y Fernando Frugoni proponen se declare de utilidad pública y sujeto a expropiación ese inmueble.