Pesatti se reunió con técnicos para abordar el problema de la desertificación

“Es importante reconocer que el avance de la desertificación tiene su origen en numerosas causas, tales como el mal manejo del recurso ambiental y las características climáticas de los últimos años con alrededor de 9 años de sequía y 2 erupciones volcánicas que afectaron notoriamente a la región sur, entre otras, más las responsabilidades que recaen sobre el propio estado que no tuvo una política adecuada para evitar desmontes indiscriminados -señaló Pesatti al finalizar su encuentro con funcionarios y técnicos de medio ambiente y planificación.

Agregó que “es de vital importancia, para concretar una solución, el trabajo en forma conjunta con todos los sectores involucrados, ya que de otra manera no es posible comprender en su totalidad esta problemática, y mucho menos plantear soluciones, en una provincia donde más de la mitad de su territorio está afectado por un marcado proceso de desertificación“.

En el mismo orden, Pesatti argumentó que “la desertificación no es un proceso nuevo para los rionegrinos. Afecta tanto a quienes viven de las actividades productivas ligadas al uso del suelo como a los ciudadanos que viven de otras actividades, como ya hemos podido comprobar en Viedma y la región hace unos años al soportar las tormentas de tierra. Este proceso complejo afecta numerosas aristas que hacen a nuestro interés, entre ellas la situación medioambiental de la provincia, la producción primaria y la forma de vida en la zona rural, por lo que es necesario tomar cartas en el asunto y trabajar en pos de remediar este problema“.

Dijo, además, que “desde el punto de vista productivo se puede estimar el impacto negativo que está teniendo este asunto al comparar la cantidad de animales que había en la provincia entre los censos nacionales agropecuarios de 1988 y 2008. La cantidad de ovinos y caprinos en la provincia se redujo a menos de la mitad de lo que había en 1988, mientras que el ganado bovino se mantuvo estable. Por otra parte, en 20 años la cantidad de explotaciones agropecuarias descendió en 38%, y también lo hizo el número de trabajadores rurales permanentes, retrayéndose en más del 55%, lo que refleja que es un problema no solo productivo sino también social“.

“Por ello -dijo finalmente- vamos a ir concretando acciones con los principales actores de las áreas involucradas, tanto directa como indirectamente, para que de forma coordinada trabajemos en la reparación y solución que presenta este fenómeno, donde la intervención del hombre respecto al uso del suelo es clave“.