«Una guerra injusta». Por Elbi Cides*

Creo que a 34 años del conflicto del Atlántico Sur, mantener firme nuestro reclamo y debatir públicamente sobre la Cuestión Malvinas, es una de las maneras de honrar a nuestros veteranos y caídos. Resulta menester reconocerlos sin dejar de advertir que “la guerra más injusta” fue desatada por una acción desesperada de la dictadura militar, en un país en el que ni el pueblo argentino ni los Gobiernos democráticos auspiciaron jamás el uso de la fuerza en la resolución de conflictos.

Hoy sabemos que las consecuencias de Malvinas trascienden los números, trascienden lo material, trascienden la época y trascienden la lógica. La lección fue contundente. Somos un pueblo de paz.

Conmemorar Malvinas después de 34 años implica anoticiarnos de que las heridas de los cuerpos de nuestros soldados aún duelen en la Patria.
Que las cicatrices que portan los que aún habitan suelo argentino son parte de la identidad nacional, y que los reclamos de los ex combatientes representan la dignidad que aún les debemos como sociedad.

Conmemorar Malvinas es rendir culto a las vidas perdidas, a las almas desahuciadas y a los cuerpos lesionados. Conmemorar Malvinas en el 2016 es batallar, esta vez, sin más armas que la conciencia, la dignidad y el respeto, para que las generaciones venideras no olviden la lección.

*Leg. Juan Elbi Cides (JSRN)