El director de Tierras, Diego Lawrie, se reunió ayer con el presidente de la Federación de Sociedades Rurales de Río Nero, Marcelo Casagrande, a quien informó sobre el nuevo Código de Tierras que impulsa el Poder Ejecutivo.
El mismo se encuentra en tratamiento en la Legislatura.
Se hizo fundamentalmente hincapié en la regularización y regulación de las tierras en zonas rurales, ya que éste es el tema que más interesa a la entidad, constatándose que hay consenso con las líneas generales que impulsa el Gobierno.
Fue una reunión muy amplia, donde además de participar otros integrantes de la federación, como autoridades de las Sociedades Rurales de Viedma, Río Colorado, San Carlos de Bariloche y Alto Valle, estuvieron presentes el coordinador del área Legal de Tierras, Enrique Álvarez Costa, el ingeniero agrónomo Santiago Rossi, también del organismo; el legislador Alfredo Martín, y el subsecretario de Ganadería, Norberto Tabaré Bassi.
Lawrie destacó que “la recepción del nuevo Código de Tierras por parte de la Federación fue muy buena y desde el Ejecutivo se invitó a participar en el debate y realizar las propuestas que consideren necesarias para su enriquecimiento”.
Además, manifestó que “hubo una gran aceptación del régimen de regularización, que permite acceder al título de propiedad, lo que además de dar seguridad jurídica al poblador lo habilita para ser sujeto de crédito”.
El funcionario indicó también que “se evacuaron dudas relacionadas a las distintas zonas rurales de la provincia, las cuales tienen realidades completamente diferentes unas de otras y cómo se aplicaría este nuevo código en los diferentes casos”.
Asimismo, Diego Lawrie indicó que más allá del debate en comisiones de la Legislatura, desde la Dirección se está interiorizando sobre el tema a instituciones, municipalidades y comisiones de fomento, como en la reciente gira de trabajo que se hizo en el Alto Valle.
El nuevo Código de Tierras reemplaza un marco normativo con leyes dispersas y vetustas, ya que la ley del sector rural tiene 55 años de vigencia y la del sector urbano más de 30, y ahora se busca un nuevo paradigma, no ir hacia la ocupación de la tierra, sino hacia el afianzamiento productivo, mejorar aquellas que estén en producción, incorporando nuevos rubros y poner en actividad tierras ociosas.
Entre otras novedades, Lawrie informó que no se admitirán excepciones al régimen, limitándose la discrecionalidad de los funcionarios que intervienen, siendo necesaria una ley especial para cualquier caso que escape a las previsiones contempladas.
Explicó que con la iniciativa se reforma el sistema de tasación en diversos aspectos; el precio de la tierra no será fijado por el funcionario a cargo de la Dirección de Tierras sino que surgirá de un trabajo interdisciplinario en el que converjan actores públicos y estatales.
Asimismo, se discrimina el valor de venta según condiciones subjetivas y objetivas, incorporando el concepto de precio de mercado a abonar en determinados casos.
Entre otros ejes, mencionó que se realza la protección del medio ambiente, castigando a quien no cumpla con las directivas emanadas de la correspondiente autoridad de aplicación.