7 de Mayo: Día de la Minería, por Sandra Recalt (*)

Voy a priorizar las inversiones. Hay organismos internacionales y nacionales, universidades y también empresas
que me pueden decir si se preserva el medio ambiente. Pero no le tengo miedo a explotar nada.
Voy a explorar todas las posibilidades mineras.
Mientras haya un pibe con hambre arriba, no voy a tener guardado el oro.
(Dr. Carlos Soria, Diario «Río Negro», octubre de 2011)

«Ser socios de las empresas privadas le permitirá al Estado Provincial no solamente recibir las regalías,

sino participar de las ganancias y controlar las políticas de control del impacto ambiental»
(Alberto Weretilneck, Gobernador de la Provincia de Río Negro, Bariloche, 2012,

«Si se hacen bien las cosas y con responsabilidad,
no hay industria que no sea amigable con el medio ambiente y sustentable.”
(Cistina Fernández de Kirchner, Presidente de la nación,
Puerto San Julián, Sta. Cruz, Marzo de 2012

En el Día de la Minería, deseo expresar mi pensamiento –puesto de manifiesto desde hace ya varios años- y hacerlo público una vez más.
Me atrevo a asegurar el empeño que ponemos quienes asumimos el compromiso y el honor de representar al pueblo rionegrino en la búsqueda del crecimiento. Luchamos para que los recursos que poseemos se conviertan en oportunidades para todos.
Estoy convencida de que si generamos entendimiento a través del diálogo, y con respeto a las leyes, el interés colectivo primará sobre el de los particulares y reducirá la desigualdad.
Hemos cargado, entre otras cuestiones, con la responsabilidad de encontrar soluciones para poner en marcha el desarrollo minero en la amplia gama de minerales que subyacen en nuestra tierra.
Considero que el Estado debe asumir un rol fundamental para garantizar una nueva forma de hacer minería, bajo reglas claras. Una minería que respete las condiciones ambientales, capaz de generar inclusión y aporte al desarrollo real.
Los proyectos mineros deben ser el recurso que nos permita encontrar el camino hacia el desarrollo sustentable, con el más minucioso cuidado del ambiente, los controles más exigentes y soluciones adecuadas para sanear absolutamente todas las dudas de quienes, haciendo uso de los derechos que les asiste, no piensan como nosotros.

Vivo en Ingeniero Jacobacci desde mi adolescencia, he llegado a este pueblo junto a mis padres en épocas florecientes, cuando la ganadería, el ferrocarril y otros recursos resultaban prometedores para nuestro futuro.

Si bien es cierto que nuestra marca, nuestro sello, nuestra identidad está basada en la ganadería ovina, no podemos desconocer la realidad. Día a día vemos cómo los pequeños y medianos ganaderos ven frustradas sus esperanzas en cada nueva temporada de sequía, en cada nuevo azote de la naturaleza, en cada éxodo obligado de los pobladores del campo al pueblo, del pueblo a la ciudad, en busca de nuevos horizontes, de alguna alternativa que les permita subsistir en medio de la tremenda crisis que sufren ante la pérdida de su capital, de ese capital que orgullosamente portaron a lo largo de nuestra historia como estandarte de desarrollo y progreso.

Desde siempre, también, se nos ha reconocido por la inmensa riqueza mineral que poseemos. Definitivamente, creo que ha llegado el momento de poner en valor esa riqueza, ya que permitirá dar respuesta a la demanda de trabajo cada vez más grande y cada vez más urgente.

Con responsabilidad social, controles adecuados, intensos estudios previos y compromiso comunitario, empresarial y gubernamental, es posible.

Celebremos en paz, serenos y confiados el Día de la Minería, como puerta hacia el desarrollo y el progreso de nuestro pueblo.

En este día especial, hago llegar el más cordial y respetuoso saludo a todos los trabajadores mineros, que desde siempre llevan el sustento para sí y sus familias mediante esta noble tarea, característica de mi provincia y, particularmente, de Ingeniero Jacobacci.

(*) Legisladora Sandra Recalt