Desde su creación en 1982, la escuela la Escuela Comercial Diurna N°16, con anexo comercial nocturno, de la localidad de General Enrique Godoy y ante una licencia de la entonces directora, Ángel María Lillo, fue designado como director suplente y, al poco tiempo, se convirtió en el director del entonces CEM N°56. Iniciaba así una trayectoria docente que dejaría una huella imborrable en los vecinos de esa localidad.
Nacido en en Butarranquil, provincia de Neuquén. Junto a sus padres, se radicó en nuestra provincia desde muy chico. Cursó sus estudios primarios en la Escuela N° 123 de Aguada Cecilio, y sus estudios secundarios en la localidad de San Antonio Oeste, donde su padre ferroviario se desempeñaba laboralmente.
Luego de terminar sus estudios como profesor de Educación Física, Ángel Lillo se desempeñó como docente en establecimientos educativos de Villa Regina, Chichinales, Ingeniero Huergo y finalmente, con la creación de la escuela comercial N° 16, se desempeñó en General Enrique Godoy.
Lillo realizó un trabajo social y educativo que superó ampliamente sus responsabilidades como director. Con su oficio docente, su enorme disciplina y compromiso como autoridad educativa, “el negro”, tal lo apodaban, mantuvo estrecha relación con todos y cada uno de sus alumnos, buscando una permanente conexión entre la escuela y la familia y logró así un proceso de integración de la comunidad godoyense alrededor de las actividades educativas, sociales y deportivas.
Este notable profesor ha logrado trascender, como director y como vecino por lo tanto denominar a la ESRN N°56 con el nombre “Ángel María Lillo” es y será un símbolo del recuerdo permanente de una vida repleta de vocación y servicio, es así que la legisladora Silvia Morales invita a que se declare «de interés educativo, social y cultural la firma de la Resolución N° 3040/21 del Ministerio de Educación y Derechos Humanos de la Provincia de Río Negro que impone el nombre de “Ángel María Lillo” a la ESRN N° 56, de General Enrique Godoy, por las innumerables acciones que llevó adelante de manera desinteresada durante su desempeño como director, cuyos resultados están presentes en la memoria de cada ex-alumno y siguen aún vigentes en cada vecino, en cada profesional, en cada madre y padre de familia y en el gran sentido de pertenencia logrado en cada miembro de la comunidad godoyense”.