El oficialismo defendió el sufragio optativo, tal como establece el proyecto venido del Senado, mientras que bloques opositores instaron a la obligatoriedad. La UCR propuso que los extranjeros también puedan votar si se nacionalizan a los 16 años. En tanto, el FAP impulsa un cupo joven del 20 por ciento en las listas electorales. El Pro rechaza la propuesta. La iniciativa llegaría al recinto la semana que viene.
En una ardua discusión que giró en torno a la obligatoriedad o la voluntad, el bloque del Frente para la Victoria en la Cámara baja logró el dictamen de mayoría sobre el proyecto venido del Senado que establece el voto opcional para los jóvenes a partir de los 16 años, iniciativa que sería convertida en ley la semana próxima.
El proyecto fue avalado en el marco de un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, que preside Diana Conti, y Justicia, comandada por Jorge Yoma, donde se recibió a jóvenes convocados por los diputados que, en su mayoría, se pronunciaron a favor de la “ampliación de derechos”.
Bajo argumentos similares, la UCR y el FAP se encolumnaron tras la obligatoriedad del voto. A diferencia de la postura en el Senado –donde terminó votando positivamente-, el radicalismo impulsó su propio dictamen alternativo, que permite el voto de los extranjeros nacionalizados también a partir de los 16 años.
Por su parte, el FAP firmó otro texto en el que, además de insistir en el sufragio obligatorio, propone un cupo joven del 20 por ciento para las listas electorales, hasta los 35 años de edad.
El bloque Pro fue el único que se opuso de plano a la iniciativa del kirchnerismo, mientras que el Frente Peronista aún no definió postura, a pesar de que Gustavo Ferrari esgrimió claros argumentos en contra del “oportunismo” del Gobierno con esta reforma electoral.
Entre otras cosas, el proyecto oficial altera el primer artículo del Código Electoral, que tras la reforma dejará establecido que son electores nacionales “los argentinos nativos y por opción desde los 16 años y los argentinos naturalizados desde los 18 años”.
El debate
El radical Ricardo Gil Lavedra abrió la discusión sobre el voto juvenil al considerar que el proyecto aprobado en la Cámara alta “vacía el concepto de ciudadanía”, ya que “no hay más ciudadanos, sólo electores”. En tanto, deslizó que el kirchnerismo “está menoscabando” a los adolescentes de 16 al “establecer una distinción” con los de 18 y no obligarlos a sufragar. “Si todos tienen capacidad, la igualdad debe ser para todos”, justificó.
El oficialista Jorge Landau recogió el guante y explicó que se trata de un “régimen progresivo donde se otorga un derecho”, donde lo que importa en verdad es “su ejercicio efectivo”, y que “lo que no se establece es una penalidad por el no ejercicio de ese derecho”. A pesar de ello, Ricardo Alfonsín (UCR) sentenció que les parece “paternalista” la “obligatoriedad retórica”.
El más duro fue el macrista Pablo Tonelli, quien sostuvo que la propuesta es “francamente innecesaria” y que “no existe una necesidad real” de realizar esta reforma electoral. “Tener la mayoría de edad a los 18 parece un momento razonable”, argumentó el diputado. Además, coincidió con Gil Lavedra en la “grave discriminación” entre argentinos nativos y extranjeros.
Por su parte, el socialista Juan Carlos Zabalza encabezó la postura del FAP y sostuvo que “hay modelos políticos que no creen efectivamente en la participación ciudadana”, al no promover la obligatoriedad del sufragio. “Extraña mucho que quienes creen que debería bajarse la edad de imputabilidad, hoy digan que los jovenes no pueden tener derechos políticos”, lanzó Liliana Parada, de Unidad Popular. Por el Gen, Omar Duclós coincidió en que “es necesario encarar una reforma electoral más abarcativa” y pidió discutir la boleta única y una campaña de sensibilización hacia los jovenes.
Sorprendió la camporista Anabel Fernández Sagasti, quien arremetió contra los diputados que apoyan la obligatoriedad del voto a los 16: “En sus provincias y en sus listas no se veían reflejadas políticas hacia la juventud”, arguyó. Además, no ahorró críticas al macrismo: “Cuando los jóvenes toman las escuelas dicen que son irresponsables. Hay que blanquear los discursos”, disparó.
Gustavo Ferrari, del Frente Peronista, aseguró sin vueltas que “detrás del proyecto hay una especulación electoral, porque no estamos discutiendo el voto dentro de la concesión de otros derechos”. Asimismo, el legislador habló de una “desigualdad” entre las personas de 16 y 70 años, al explicar que, en el caso de estas últimas, existe la presunción de que no pueden concurrir a votar por causas de fuerza mayor, mientras que para los jóvenes no hay razón fundada para dejar librado el sufragio a la simple voluntad.
Fuente: El Parlamentario